Pues sí, yo miento. Ya es habitual en mí. Habitual y fácil.
En serio ¿por qué sigue empeñada la gente en no mentir? ¿Qué coño pasa? ¿Acaso
es malo? Desde siempre se ha mentido y no ha pasado nada, es tu puta decisión
¿qué más da?
Soy ese tipo de persona que desea gritar pero que sólo
guarda silencio y asiente. Tener tanto que contar y nadie que te entienda es
odioso. Por eso ocultas la verdad y no dices nada. ¿Para qué? Te adelanto lo
que te pueden decir: “Todo se pasa” y “el tiempo lo cura todo”
¿Tiempo? ¿Crees que llevo con esta mierda dos días? ¿Eres
gilipollas? Ahí aprendes la lección y nunca más vuelves a abrir la boca.
Calladita estás mejor. Pareces hasta formal, chica. Sin dar problemas, sin
quejarte de nada, aparentando ser lo que todo el mundo desea; feliz. Ya saldrá
el sol mañana y lo arreglará, no te preocupes. Sigue confiando un poco más.
¿Sabéis qué? Estoy trabajando en eso de morirme. Ya es hora
¿no? Decirlo así puede sonar raro o, yo qué sé, de gilipollas. Pero ¿qué sabrás
tú? Yo no opino nada de ti, querido lector. Aún no he podido juzgarte y me
abstengo de hacerlo. Quizás tú estés pasando por mi mismo infierno, quién sabe.
Si es así, no te deseo suerte. Sabes que no la tienes. Pero, qué cojones,
suerte. Pocas cosas quiero, pero una de ellas es que nadie pase por esto.
Podría obligarte a estar bien, a que no te rindas, a que sonrías con
sinceridad, a que dejes de mentirle al mundo y seas capaz de reconocer que
estás mal pero que puedes estar bien, que puedes ser el mejor disfrutando en
esto que llamamos vida… sin embargo, no lo haré. Esto sí que no lo haré. No
puedo creérmelo ni yo, es absurdo. Sólo te puedo obligar a que sigas
respirando. Aunque, por lo que a mí respecta, todos estáis muertos, pero aún no
lo sabéis. Vivís en una mentira ¿no es irónico?
Yo me voy despidiendo, no me siento con fuerzas ni ganas de
seguir dando la tabarra.
Antes de irme del todo, recuerda algo; cava tu propia tumba
y deja en paz a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario