lunes, 15 de julio de 2013

Ansiada libertad.

LIBERTAD

Estoy enamorad de la libertad. Y nunca me he sentido completamente libre. Siempre hay sensaciones que me hacen sentir encerrada, enclaustrada, sin poder expresarme y con miedo de todo y nada. Mi modo de libertad me obliga a no aferrarme a nada, ni a palabras, ni a personas… me gusta pertenecer a mis sueños y a mí misma. Odio que me controlen. No hablo de un control “esclavitud” (que eso me resultaría la peor de las torturas) hablo de un control entre personas. Entre tus “amigos”. Te sientes obligado a hacer algo que no quieres. Y, a parte, con tus parejas. No creo que pueda llegar a tener una pareja estable nunca; son muy controladoras conmigo, todas y cada una las personas con las que he estado. Y mi vida no es así. No me siento feliz. No me siento a mí misma. Es una sensación de agobio y aspereza continua horrible. Prefiero estar sola. La palabra soledad es mi compañera. Aunque eso también te obliga a pensar demasiado en ti. Te conviertes en tu propio enemigo; la persona con la que tienes que convivir el resto de tus días se convierte en tu peor pesadilla.
Pero, si alguna vez pasa eso, puedes seguir pensando… pensando que eres libre y esclavo de ti mismo. Eso también te da para reflexionar; llegará un momento que pensarás tanto que te alejarás de ti, de tu propia persona. De alguien a quien debes querer mucho y respetar: tú.
Reflexionar demasiado te puede hacer un gran observador y crítico. En este mundo de mentiras constantes es una buena cualidad, aunque dicen que la base de la felicidad es la ingenuidad. Yo prefiero ser libre a ser feliz; puede que sea que para mí la libertad es la mayor sensación de felicidad.
“La libertad me hace impresionante” ; lo escuché en un vídeo y, sí, me hace pensar que, en mi propio mundo de libertad, puedo llegar a ser una mejor persona.
No quiero hacer pensar que soy una “anti-social” ni que soy una amargada. Solo aprecio mucho mi mundo y mi espacio personal. También hay muchas cosas que me hacen feliz como, por ejemplo, hacer sonreír a ciertas personas. Me llena el alma de vida ver sonrisas francas, que te transmiten seguridad. Hay personas alucinantes a las que querría conocer. También eso forma parte de mi libertad, conocer a personas asombrosas que quieren ser felices.

“Soy esclava de mi libertad”

No hay comentarios:

Publicar un comentario